Especialistas de la UNAM y del CENAPRED aclararon que no se trata de una situación distinta a la que ha presentado el coloso en los últimos 27 años, o en otras ocasiones como en 2012. Sugieren mantener la calma y fortalecer la cultura de la prevención: usar cubrebocas, sombrero, recoger las cenizas y no rociarles agua; evitar tallarse los ojos, tapar contenedores de agua, puertas y ventanas, entre otras medidas. Recomiendan estar preparados ante posible cambio de viento durante junio y julio, lo cual direccionaría las cenizas hacia la CDMX.
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