En 2013, en el marco del Proyecto Arqueológico Uxul, codirigido por los arqueólogos, Nikolai Grube, de la Universidad de Bonn, Alemania, y Antonio Benavides Castillo, del Centro INAH Campeche, el arqueólogo Nicolaus Seefeld descubrió los referidos restos óseos, así como de varios animales, al fondo de una cavidad que, después de servir como depósito de agua, fue convertida en lugar de enterramiento, en este sitio arqueológico del sur de la entidad.
Las condiciones excepcionales de conservación permitieron documentar y analizar elementos óseos y tejidos orgánicos que rara vez se preservan en el área maya. Asimismo, se emprendió un amplio proyecto de conservación, dirigido por Seefeld, en colaboración con la restauradora Leticia Jiménez y especialistas de la Sección de Conservación del Centro INAH Campeche, el cual ha permitido preservarlos sin borrar las huellas de violencia física de las que fueron objeto.
Fotos: Especial/Eikon.com.mx